La Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida, Inc. solicitó al ministro de Salud Pública que, dentro de la jornada de supervisión general que esa institución realizará en todo el país para garantizar la calidad y eficiencia de los servicios que se ofrecen a en los hospitales públicos, sean incluidas también las unidades de hemodiálisis, tanto públicas como privadas, para exigirles que cumplan con las “Normas de Habilitación y Requerimiento para la Instalación y Funcionamiento de Servicios de Hemodiálisis”, de conformidad con establecido en los artículos 98, 99 y 100 de la ley general de salud No. 42-01 de fecha 8 de marzo del año 2001.
Mediante comunicación de fecha 19 de octubre en curso, dirigida al doctor Bautista Rojas Gómez, la asociación que agrupa a las personas en diálisis, manifestó que han observado con mucha preocupación, que muchos centros y salas de hemodiálisis del país no cumplen con los requisitos exigidos por las normas; entre ellos, la permanencia de por lo menos un médico adscrito a la unidad para garantizar asistencia médica mientras dure la sesión de diálisis; un enfermero o auxiliar por cada cuatro puestos de hemodiálisis, el espacio entre máquinas dializadoras, así como un nutricionista, psicólogo y cirujano vascular de referencia, entre otros.
La comunicación se produjo luego de que el ministro de Salud Pública anunciara este martes que a partir del miércoles 20 de octubre, la institución iniciará una “intensa jornada nacional” de supervisión en todos los hospitales públicos del país, “con miras a fortalecer los estándares de calidad, en los programas de Salud Colectiva, Garantía de la Calidad y los servicios sanitarios, entre otros”.
Al reconocer los logros obtenidos por el ministerio de salud en términos de abastecimiento de los medicamentos para los pacientes renales, el presidente de la entidad Eddis B. Castillo Astacio, observó que muchos centros y salas de hemodiálisis no cumplen con los requisitos exigidos por las normas; entre ellos, la permanencia de por lo menos un médico adscrito a la unidad para garantizar asistencia mientras dure la sesión de diálisis; un enfermero o auxiliar por cada cuatro puestos de hemodiálisis; un nutricionista, un psicólogo y cirujano vascular de referencia, entre otros.
La comunicación agrega que, han observado además que en muchos hospitales y salas de hemodiálisis públicas y privadas, se viola el numeral 4.4 de las normas, que trata sobre la protección de la dignidad de las personas con deficiencias o discapacidad, al ser maltratados verbalmente, y falta de consideración.
La letra ” i “ de las normas de habilitación establecen que “los establecimientos de salud que se encuentren con una estructura insegura, equipamiento incompleto y recursos humanos que no corresponden al perfil de atención o carezcan de título universitario, serán cerrados de inmediato”.
Finalmente agregan que muchas unidades privadas carecen de los medicamentos más elementales que con frecuencia necesita el paciente renal para atender las emergencias, tales como Antihipertensivo, Adrenalina, Atropina, Analgésicos, Antiarrítmicos, Hidrocortisona, Gluconato de Calcio, Antipiréticos, etc., por lo que, cuando se presenta cualquier eventualidad, deben mandar a un familiar a buscarlo a una farmacia, muchas veces lejos del centro de diálisis.
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